¡La composición musical es un mundo fascinante! Ya sea que te dediques a la música académica (o “clásica”) o que escribas canciones de reggetón, tu misión es hacer que las melodías que surjan de tu creatividad sean inolvidables.
No importa si estás formando un grupo de rock, aventurándote como solista o simplemente deseas explorar la creación musical, este artículo es para ti, que crees que se necesita una larguísima trayectoria profesional en la música para incursionar en la composición.
Considera los siguientes elementos como partes de un kit indispensable para el creador musical, compositor, arreglista o escritor de letras, e incluso productor, y trata de tener todas esas herramientas listas en todo momento.
Inspiración
Las “musas” no son exclusivas de los antiguos griegos ni de los grandes virtuosos. La chispa de la inspiración no es otra cosa que la fuerza que te impulsa. Si crees que no tienes inspiración, responde a preguntas como ¿Qué me motiva? ¿Cuál es la historia que deseo contar a través de la música?
Otra forma de encontrar esa chispa es explorar diferentes géneros musicales y vivir distintas experiencias de todo tipo. Observa el mundo que te rodea y mantente receptivo a esas experiencias. La inspiración puede surgir en los lugares más inesperados.
Aprende música
No se trata de cursar una carrera académica que dure 10 años, pero sí de que desde este momento dediques una parte de tus días y tus semanas a adquirir conocimientos musicales básicos.
Familiarízate con escalas, acordes y estructuras de canciones. No es necesario ser un virtuoso en teoría musical, pero comprender los fundamentos te proporcionará las herramientas necesarias para expresar tus ideas de manera efectiva.
Piensa en la composición como un proceso de construcción
Una buena composición musical tiene una estructura sólida. Piensa en tu canción como una narrativa, con una introducción cautivadora, un desarrollo intrigante y un clímax emocionante. Experimenta con diferentes formas, pero no subestimes el poder de una estructura bien definida.
Melodía y armonía
Dominar estos dos conceptos te abrirá las puertas de la música. La melodía es la voz principal de tu composición, mientras que la armonía le da profundidad y emoción. Juega con estas dos dimensiones para encontrar la combinación perfecta. Experimenta con diferentes progresiones de acordes y melódicas para descubrir sonidos que resuenen con tu visión creativa.
Conéctate emocionalmente
La música es emoción. Enfócate en transmitir sentimientos a través de tu composición. ¿Quieres que tu audiencia sienta alegría, melancolía o emoción? Ajusta tus elementos musicales para capturar la esencia emocional que deseas transmitir.
El Poder de la Revisión:
Una composición nunca está completamente terminada. Permítete revisar y refinar tu obra. Escucha tu música desde la perspectiva de un oyente y realiza ajustes según sea necesario. La evolución constante es parte integral del proceso creativo.
Colaboración: la experiencia colectiva
Si estás trabajando en un grupo, la colaboración es clave. Combina las ideas de diferentes miembros para crear una sinfonía única. La diversidad de perspectivas enriquecerá tu música y la hará más memorable.
Recuerda, la magia de la composición musical radica en tu pasión y creatividad. ¡Adelante, músico principiante, el mundo está esperando escuchar tu melodía única! ¡Que la inspiración te guíe en cada acorde y nota!